La Importancia de la Terapia Ocupacional en las personas mayores
La terapia ocupacional es una disciplina sanitaria fundamental cuya base es promover la autonomía y la calidad de vida de las personas, independientemente de su edad o estado de salud.
Su objetivo siempre ha estado ligado a que cada persona pueda mantener su autonomía y participe en su día a día de la mejor forma posible.
Usualmente cuando pensamos en esta, solemos imaginar su uso en personas con cierto nivel de autonomía, aquellas que pueden vestirse, asearse o caminar con ayuda. Pero ¿qué ocurre con aquellas personas que requieren una atención más asistida, aquellas que presentan un grado alto de dependencia y necesitan apoyo total o casi total en su día a día?
Terapia ocupacional, ¿por qué es importante?
La terapia ocupacional contribuye al mantenimiento de capacidades y al bienestar físico, cognitivo, emocional y social de las personas mayores, adaptándose al nivel de dependencia y necesidades de cada residente. Es decir, tanto si una persona mantiene gran parte de su autonomía como si necesita ayuda total en su día.
Según datos de la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología (SEGG), más del 80% de las personas residentes en centros de mayores presentan algún grado de dependencia, y hasta un 40% requieren ayuda total para sus actividades básicas. Esto hace que la terapia ocupacional sea un pilar imprescindible en las residencias, no solo para la rehabilitación, sino también para el mantenimiento de capacidades y la mejora de su bienestar.
En el caso de las personas con grados de dependencia más altos, la terapia ocupacional cobra una relevancia aún mayor. Se centra en optimizar sus capacidades residuales y mantenerlas el máximo tiempo posible, adaptando actividades significativas a su situación para que continúen sintiéndose parte activa de su entorno. Por ejemplo, si una persona necesita ayuda total para moverse, la TO puede incluir movilizaciones asistidas, estimulación sensorial y actividades de musicoterapia que mejoren su bienestar.
En personas con menor dependencia, busca fomentar su autonomía, ralentizar el deterioro funcional y mejorar su participación en la vida diaria, contribuyendo a un envejecimiento activo y saludable. Esto puede incluir actividades de autocuidado, ejercicios para mantener la fuerza muscular y la coordinación, y tareas que les permitan seguir haciendo las actividades que tanto les gustan.
¿Qué grado de dependencia se necesita para acceder a una residencia?
Muchas familias se preguntan: ¿Qué grado de dependencia se necesita para acceder a una residencia?
En general, para acceder a una residencia no se requiere un grado de dependencia concreto, ya que también existen plazas para personas válidas o con dependencia leve, moderada o alta.
Sin embargo, en el caso de plazas públicas, la Ley de Dependencia establece prioridades en función del grado de dependencia:
- Grado I (dependencia moderada): necesitan ayuda para algunas actividades básicas de la vida diaria, al menos una vez al día.
- Grado II (dependencia severa): necesitan ayuda varias veces al día, pero no requieren un cuidador permanente.
- Grado III (gran dependencia): necesitan ayuda continua y supervisión total para realizar casi todas las actividades de la vida diaria.
Cada residencia valora individualmente la situación de la persona, su estado de salud, sus necesidades de cuidados y su entorno social y familiar. Por eso, es fundamental realizar una valoración profesional completa antes del ingreso.

1 Prevención de complicaciones físicas: reduce el riesgo de rigideces articulares, úlceras por presión o caídas, especialmente en personas con alta dependencia.
2 Estimulación cognitiva y sensorial: mejora orientación, atención, memoria y conexión con el entorno, ralentizando el deterioro cognitivo en personas con demencia u otras patologías neurodegenerativas.
3 Bienestar emocional y motivación: incrementa la satisfacción y reduce la ansiedad o la apatía.
4 Fomento de la autonomía: promueve la participación en su autocuidado y decisiones cotidianas, desde elegir la ropa hasta realizar una actividad de ocio significativa.
5 Fortalecimiento de los vínculos sociales: gracias a las actividades grupales, terapias compartidas y espacios de convivencia, nuestros mayores se sienten acompañados y cuidados.
¿Qué actividades se realizan en una residencia de mayores?: terapia ocupacional adaptada


En residencias y centros especializados, se realizan una amplia variedad de actividades adaptadas a cada nivel de dependencia.
En personas con alta dependencia, estas actividades están específicamente orientadas a:
- Movilizaciones asistidas y estiramientos, para mantener la movilidad articular y prevenir contracturas.
- Terapias multisensoriales, como estimulación basal, salas Snoezelen, aromaterapia y actividades con diferentes texturas para personas encamadas o con movilidad muy reducida.
- Musicoterapia y terapia con reminiscencia, utilizando canciones, fotografías y vídeos de su vida para estimular recuerdos y emociones positivas.
- Actividades de autocuidado y vida diaria, como higiene personal, alimentación o vestido, con el apoyo necesario para reforzar su autonomía
- Actividades de ocio adaptadas, como manualidades, pintura, modelado, lectura asistida, visionado de películas o documentales significativos.
- Entrenamiento de funciones motoras básicas y coordinación.
- Técnicas de relajación y respiración guiada, ayudando a reducir la ansiedad y mejorar la respiración torácica y diafragmática.
- Estimulación oral y facial, en personas con disfagia o problemas de comunicación, mejorando su capacidad de interacción y expresión.
Todas estas actividades están diseñadas para responder de la mejor forma a las necesidades de nuestros mayores, siempre con el acompañamiento profesional que garantice su seguridad y el logro de los objetivos terapéuticos.
Conclusión
En definitiva, la terapia ocupacional es esencial para todas las personas mayores. Gracias a ella, mantienen sus capacidades, disfrutan de actividades que les motivan y mejoran su calidad de vida de forma integral.
En Longea, creemos que cada persona merece sentirse cuidada, activa y valorada cada día. Por eso, contamos con un equipo de terapeutas ocupacionales especializados que acompañan y ayudan a nuestros residentes a vivir con dignidad y bienestar.